Identifican la conexión entre dolor físico y dolor emocional.
La inflamación del cerebro puede afectar en cómo procesamos las emociones.
Dolor físico y dolor emocional son conceptos distintos y podrían clasificarse como experiencias completamente distintas pero su impacto en el cerebro es sorprendentemente parecido.En QuieroVida, tu Comparador Seguros Vida, nos gusta estar a la última y compartir contigo los últimos estudios y avances científicos.
La neurocientífica de UCLA, Naomi Eisenberger, explicó durante la cumbre “Global Brain Healt and Performance” que los investigadores han podido probar el vínculo entre la inflamación del cerebro y la depresión. Además, han descubierto paralelismos entre cómo el propio cerebro procesa el dolor físico y el emocional. "Las experiencias de dolor social tienden a activar las mismas regiones neurales involucradas en el dolor físico" estableció Eisenberger.
El trabajo desarrollado por Eisenberger sugiere que hay un componente físico muy importante en la percepción social y emocional de una persona.
La inflamación del cerebro influye en nuestras experiencias.
El estrés constante, además de determinados virus y bacterias, causan inflamación del cerebro. Esta inflamación tiene un gran impacto en cómo una persona procesa determinadas situaciones sociales. "Aumenta nuestra sensibilidad a los estímulos sociales negativos, así como a otros tipos de estímulos sociales gratificantes".En su presentación, Eisenberger, también habló de la nueva investigación en la que han analizado la actividad de un cerebro en tiempo real. En el estudio, se realizaron resonancias a personas mientras jugaban a un videojuego que simulaba rechazo social. Los resultados mostraron que el sentimiento de rechazo es más profundo y agudo en personas con el cerebro inflamado. Pero también funciona en el lado opuesto: los sentimientos de pertenencia y aceptación social eran mayores en personas con inflamación cerebral. Experiencias sociales positivas y negativas tienen un gran impacto en personas con inflamación cerebral pre-existente, un síntoma que por sí mismo es considerado como una posible causa de la depresión.
La posible explicación a este fenómeno también se abordó en la charla: Tal vez cuando los individuos se encuentran en este estado, enfermo y vulnerable, se magnifica o agudiza la diferencia entre amigo y enemigo. Esta condición nos haría más sensibles a las personas que nos podrían amenazar o ayudarnos.
El trabajo de Eisenberger deja entrever profundas conexiones entre cómo el cerebro procesa los estímulos físicos y emocionales, un vínculo que podría resultar ser una nueva área muy prometedora de investigación neurológica.
Foto: NICHD NIH via VisualHunt.com / CC BY